La batería de electrolito líquido mejorada es ideal para los vehículos start-stop de gama básica.
La tecnología de batería de electrolito líquido mejorada, denominada enhanced flooded battery o EFB en el mercado, ofrece una solución rentable para los vehículos start-stop de gama básica. También son conocidas como AFB (batería de electrolito líquido avanzada) y ECM (fibra de ciclo mejorado). Esta tecnología de baterías cumple las exigencias de funcionamiento de vehículos start-stop con un estado de carga mayor del esperado para la tecnología AGM, pero menor del previsto para las baterías de arranque de electrolito líquido. Entre sus principales características, encontramos estas:
Se basan en las mejoras de la tecnología de electrolito líquido existente, a través de la introducción de aditivos de carbono en el proceso de fabricación de la placa.
Aumento de la aceptación de corriente de carga dinámica con respecto a las baterías de electrolito líquido (el 170% más), a causa de la mejora del diseño, incluidos los aditivos de carbono especiales y los separadores tipo sobre de alta aceptación de carga.
Aumento de un 100% de la durabilidad cíclica con respecto a las baterías de electrolito líquido estándar.
Además de los modelos start-stop de gama básica, las baterías EFB son adecuadas para utilizarse en situaciones de descarga profunda repetitiva, como las habituales en los vehículos de la policía y los taxis.
Son más duraderas; ofrecen aproximadamente 85.000 arranques del motor, en comparación con los 30.000 arranques de motor de las de electrolito líquido estándar.
Resistencia al frío. Las baterías EFB pueden guardarse durante el invierno sin miedo a que se congelen, siempre y cuando se guarden cargadas.
Buena conservación. Pueden colocarse sobre hormigón, por ejemplo sobre le suelo del garaje o del trastero, sin que se dañen o a que se acelere la autodescarga. Es importante que el suelo no tenga objetos afilados, que podrían dañar la carcasa de la batería.
No tienen efecto memoria. Al ser una batería de electrolito líquido, no sufren este defecto propio de las baterías alcalinas de níquel, como las de níquel-cadmio.