Apto para todos los motores de gasolina, como medida preventiva o para solucionar un problema determinado
Sometido a prueba en turbocompresores y catalizadores. Verter directamente en el depósito de combustible. 300 ml son suficientes para hasta 70 l de combustible. El efecto se mantiene durante 2000 km. También se puede añadir directamente al carburador con el motor en marcha.
Aumenta el rendimiento del motor. Elimina los depósitos en el carburador, las válvulas, las bujías y la cámara de combustión y evita que se vuelvan a formar. Ahorra combustible. Mejora la compresión. Protege todo el sistema de combustible frente a la corrosión. Evita la congelación del carburador. Los motores limpios consumen menos combustible y reducen las emisiones de sustancias nocivas.
Una lata de 300 ml es apropiada para máx. 70 l de combustible. Añadir el contenido de la lata al combustible. Los componentes se mezclan de forma autónoma.
Intervalo de adición
Añadir al combustible cada 2.000 km, con efectos de larga duración. El depósito de combustible debe estar lleno hasta la mitad, como mínimo. En caso de utilización constante, añadir un 0,3-0,5 % al combustible
Peso: 0,300